Voy a pediros algo. Algo que llevo pidiendo hace mucho y ya que dicen que es el momento de los deseos… Os voy a pedir que abráis la mente y miréis lo que os rodea tratando de entenderlo. Porque la ignorancia del ser humano es lo que le hace temer a lo que desconoce. Y cuando se deja de tener miedo, cuando se deja de desconocer, se entiende y se respeta.
La Navidad, para mí claro, fueron esas vacaciones escolares en las que todo el mundo se quería más que en el resto del año y recibía juguetes si habías pasado un año libre de travesuras (en la realidad con el día anterior bastaba). Ahora son las vacaciones escolares de mis hijos. Y para mí, bueno, no es este el momento de entrar en eso. Creo que es aconsejable, a la hora de pedir algo, no mearse en público.
Y en cuanto a lo que me lleva a escribir estas letras, no es difícil si le prestas el tiempo necesario y pones de tu parte.
¿Tan difícil es entender que alguien no necesite creer en nada para ser feliz y tener una vida plena?
Todo el mundo entiende qué es el amor, pero hay muchos que no entienden que ese amor se de entre personas del mismo sexo. Me gustaría que alguna de esas personas me explicara si existe diferencia en las descargas neuronales y hormonales que componen la química de los sentimientos cuando se trata de personas del mismo sexo o de diferente sexo.
Y ya puestos, tampoco puede una persona enamorarse de otra persona, si una vez es un chico y otra una chica. ¿Verdad? Aún hoy se piensa que la bisexualidad debe ser un castigo de algún dios o una enfermedad, pensamientos más propios de otros siglos en los que se destruía la tierra con cada eclipse de Sol…
Y los músicos son todos drogadictos. Y los homosexuales no son buenos padres. Y las chicas son todas unas putas. Y un largo etcétera.
En fin, sería demasiado lago este artículo, y no es mi intención hacerle la competencia a Guerra y Paz, si sigo poniendo de manifiesto la ignorancia de algunas personas que no sólo lo son, sino que tratan por todos los medios de transmitir su ignorancia a quienes les rodean.
El “respeto” del que hablan mucho debe ser bidireccional. Y en muchos casos se exige respeto por una religión o forma de vida sin obtener a cambio el mismo respeto por la nuestra. No es tan complicado, si se tiene un poco de capacidad para ello.
Entender, comprender e informarse de lo que No consideramos “normal”, debe ser parte de nuestros deberes como personas que compartimos el mundo, porque eso nos hará ver esa “normalidad” en lo que antes pensábamos que era una aberración.
Y es lo que os pido. Os pido que no nos tratéis como “bichos raros”, porque no lo somos.
El capitán de su calle